Cuando se realiza la instalación de un sistema de aire acondicionado, es de vital importancia que el equipo que se seleccione sea el adecuado, hablando de la capacidad de enfriamiento, distribución de aire y eficiencia energética.
Muchas veces dada la practicidad, se recurre a un procedimiento que consiste en obtener los metros cuadrados del área para determinar la capacidad de un equipo que satisfaga las necesidades del usuario; sin embargo este tipo de cálculos rápidos excluyen ciertos factores que también son importantes como ventanas, radiación, elementos que generen calor al interior, etc; es por ello que mientras más grandes son nuestros proyectos, más factores intervienen en el cálculo y más importante se vuelve el determinar adecuadamente la capacidad que requerimos para abatir la carga térmica.
Consideraciones como la orientación del edificio, transferencia térmica por radiación y conducción, espacios cercanos que generen calor, aislamiento de pisos y lozas, espesor de vidrios, ventilación natural, etc; nos obligan a realizar cálculos que aseguren que no estaremos adquiriendo equipos subdimensionados que no sean suficiente para abatir el calor generado o equipos más grandes que representen un gasto innecesario.
Es aquí donde entran en juego lo que llamamos cargas parciales; esto quiere decir que no todo el tiempo nuestras unidades de aire acondicionado trabajarán al 100% de su capacidad ya que hay cambios en las condiciones del inmueble, como pueden ser la operación propia del cliente, la posición del sol a determinada hora del día, etc; estas consideraciones nos permiten reducir la capacidad de nuestros equipos y ahorrar en la habilitación de los sistemas.
En nuestra experiencia, las cargas parciales nos han permitido trasladar ahorros a nuestros clientes de hasta un 35% en la adquisición de equipos centrales (Chillers, VRV’s); el conocimiento de la operación de los inmuebles, junto con un cálculo de carga térmica adecuada, nos dan oportunidad de reducir drásticamente la capacidad de las unidades, pasar de un equipo de 100 toneladas a 65, representa importantes ahorros para la habilitación de los sistemas.
Con esto queremos decir que mientras más grande sea el proyecto de aire acondicionado, más importante se vuelve el obtener un cálculo adecuado, que junto con la información correspondiente a las memorias de cálculo y diseño de las redes de distribución de aire y tuberías, darán certeza de que cualquier parte de la instalación puede ser revisada y plenamente identificada.
El proyecto de aire acondicionado es el conjunto de datos técnicos e información de las unidades que las empresas contratistas deben de entregar al realizar la instalación de un sistema que amerite el desarrollo de dicha documentación.
Un buen proyecto es garantía de que las empresas inviertan en vez de gastar en Aire Acondicionado.
